domingo, 29 de abril de 2012

La Ventana de JoHari

En psicología cognitiva existe una teoría que intenta explicar la comunicación que se da en la dinámica de las  relaciones interpersonales, llamada Ventana de JoHari. En 1955 dos psicólogos estadounidenses crearon esta  herramienta para ayudar a la gente a comunicarse y aprender a comprender la relación que mantenían con el  resto de las personas. JoHari no es más que una palabra inventada por los autores de esta teoría que  corresponde a las primeras letras de sus nombres: Joseph Luft y Harry Ingham. Se llama ventana porque para&nbs ello usa un cuadrado dividido en cuatro (como ventana) en la que cada cuadrante simboliza un aspecto del  conocimiento que tienes de ti mismo y que los demás tienen de ti, estas son:












Descripción de las áreas 

I. Abierta

Lo que yo sé y los demás también saben de mí.

Área libre de consciencia, voluntaria interacción y comunicación. Las cosas que son evidentes: sexo , raza, cualidades externas, ideas, gustos.

Dicen los autores que entre más abierta esté esta área de la ventana más sana y relajada es la persona, así como también la comunicación con demás es mejor.

II. Oculta o Secreta

Lo que yo sé de mí pero los demás no.

Área consciente cerrada a las demás personas. En este apartado observamos lo que conocemos de nosotros mismos y lo que los demás ignoran; sentimientos, vivencias , experiencias íntimas.
Todo aquello que nos presenta dificultad de comunicar. Cuando no asumimos ciertos riesgos, jamás sabremos nada acerca de la realidad o la irrealidad de nuestras suposiciones. Por otra parte, también tratamos de mantener el secreto cuando nos motiva el deseo de controlar o manipular a los demás.



III. Ciega 



.Lo que los demás saben de mí pero yo no conozco



Área compartida con los demás de forma inconsciente. Aquí se desarrolla lo que los demás ven y saben de nosotros, y lo que nosotros ignoramos; sentimientos de superioridad o inferioridad, miedos, frustraciones, la impresión que causamos en los demás, nuestra forma de ser, nuestros gestos, nuestras impresiones. En esta zona actúa con gran fuerza nuestros mecanismos de defensa, pero esta área puede ser reducida a favor de del área Abierta en la medida en la que aceptemos la retroalimentación que proviene de los demás o lo comúnmente conocido como feedback es decir, solicitar, dar y pedir.

IV. Desconocida

Lo que yo no sé de mi ni los demás saben.

Área cerrada y no percibida por mi ni por los demás. Encontramos aquí lo que el propio sujeto ignora y lo que los demás también desconocen; instintos, experiencias, reprimidas u olvidadas, lo que terreno del inconsciente. Mejor conocida como la zona negro o profunda. Algunas de las técnicas a las que podemos recurrir para descubrir las características principales de esta área es a través de: las terapias, la hipnosis, pruebas proyectivas o pruebas psicológicas.



Lo normal es que los cuadrantes no sean todos simétricos, dependiendo de cómo seas tienes unos más grandes que otros, puedes ser una persona muy sincera que comparte todo, por lo que tu cuadrante más grande va a ser el público; por el contrario puedes ser de esas personas que tienen una gran porción de privacidad, que nadie conoce, por lo que predominará ese.

Por supuesto la ventana es dinámica, cambia conforme comunicas o no.

Además se puede ver desde varios puntos de vista, lo puedes hacer de forma global, sumando lo que todas las personas conocen de ti, o por el contrario se puede hacer con una persona individual.

Éste último caso fue el ejercicio que hicieron sus creadores para trabajar en grupo la comunicación. Se basa en que tú eliges 5 o 6 palabras de una lista de 55 que creas que te definan y tus semejantes hacen lo mismo de ti, al final se unen las partes y compruebas como te conocen y como te conoces.






lunes, 9 de abril de 2012

Blancanieves y los siete chakras


Durante los últimos años, siguiendo los pasos de Carlo Jung y Joseph Campbell, varios maestros y analistas jungianos, en particular Clarissa Pinkola Estés, se han dedicado a re interpretar algunos de los mitos y cuentos de hadas más populares. Su trabajo es extraordinario y Caroline Myss aplica esta técnica al compararla con versión de Walt Disney de Blanca Nieves y los siete enanos. Representando para ella una verdad simbólica, de modo que lo que analizo fue el poder de este cuento de hadas. Por lo demás, constituye un excelente ejemplo de una curación y un despertar espiritual.

La reina se halla delante del espejo, el rasgo arquetípico del yo, que en la versión de Disney se halla rodeado por los signos del zodiaco. La reina pregunta: "Espejito, espejito mágico, ¿Quién es la más bella del reino?" A lo que el espejo responde: "Balancanieves"

Quizás Blancanieves sea el símbolo del yo superior de la reina, y ésta represente el yo tradicional, aferrado al materialismo y al control. Lo que la reina dice en realidad es que debe matar a su yo superior porque hace que se dé cuenta de cosas que prefiere no saber. A fin de cuentas, su yo superior está fregando los suelos del castillo, lo cual representa la totalidad del ser, como un auténtico místico que ve a Dios en todo, y halla paz y satisfacción en las tareas más humildes.
La reina ordena al cazador que mate a Blancanieves y le lleve su corazón, ¡el chakra central que une el yo superior y el inferior! Creemos que hemos descubierto una novedad al relacionar nuestra biología a nuestras emociones, pero no es una casualidad que se haya asociado siempre el corazón --en el mito y en las leyendas populares-- con la verdad y el amor, los elementos que constituyen el cuarto chakra.

En lugar de matar a Blancanieves, el cazador deja que huya al bosque y mata a un cerdo, cuyo corazón lleva a la reina. Blancanieves inicia entonces su noche oscura del alma y pasa la noche en el bosque, temerosa de os ojos que la rodean. Al amanecer, se percata de que esos ojos pertenecían a los animales que la protegían. Tras haber superado la noche sin sufrir daño alguno, echa a caminar y se encuentra con un puente que conduce a la casita de los enanitos. Blancanieves atraviesa el puente -- el símbolo clásico de la transformación humana-- y entra en la casa de su nuevo yo. De inmediato empieza a limpiarla y a poner en orden la cosas, de acuerdo con sus propios dictados. La reina, su yo inferior, ha sido trascendida.

De improviso se presenta los siete enanitos, que son mineros, pero Blancanieves les obliga a lavarse antes de dejarlos entrar. dicho de otro modo, al descubrir sus chakras , Blancanieves se dispone a purificarlos. Según la tradición de la doctrina Kundalini, los adeptos limpian y purifican sus chakras de abajo arriba para que la sagrada energía de la fuerza vital que reside en la base de la columna vertebral ascienda hasta la coronilla. Esa purificación puede realizarse de forma paulatina, mediante la oración y la meditación; en algunos casos se produce de pronto, espontáneamente. En cualquier caso, es un preludio a la apertura del alma.

Entre tanto, en el castillo, la reina descubre que su yo superior sigue vivo. Toma una manzana envenenada, la tradicional fruta prohibida del conocimiento del bien y del mal, aunque el Génesis la menciona específicamente. La reina ofrece la manzana a Blancanieves, que al morderla cae en un sueño profundo. Mientras duerme, desciende al submundo de los dominios arquetípicos. Para despertar de este sueño arquetípico, tiene que lograr que se unan el animus y el anima, el príncipe y la princesa, los componentes masculino y femenino de su alma. Esa unión propicia la resurrección de un ser completo, consciente de sí, regenerado.

Nuestro objetivo es muy parecido al de Blancanieves: lograr que nuestro yo deje de luchar contra nuestro yo superior, unificar los elementos de nuestra naturaleza, hacer las paces con nuestros siete chakras y despertar para asumir las riendas de nuestra vida. Las partes difíciles de esa empresa -- vagar a través de la noche tenebrosa, purificar nuestros centros energéticos, descender a los abismos de nuestra psique-- constituyen las claves del proceso de curación. Huelga decir que no todas las crisis de salud terminan como en un cuento de hadas, pero cualquier esfuerzo que se realice por insignificante que parezca, nos conducirá hacia un estado de salud espiritual y física.